viernes, 15 de diciembre de 2017

Piconeros de Triana

Por fin me decido a escribir alguna sencilla cosa, antes de que acabe este año 2017, y con el deseo de una Feliz Navidad.

Desde finales del siglo XIX, nuestra familia se ha vinculado, de una u otra manera, a diversos oficios autóctonos de los arrabales de Sevilla y de la influencia del Aljarafe. Por ello, de la alfarería han pasado a la carbonería, y de ésta, en nuestro hilo familiar, a la pastelería. Pero poco conocemos de su origen. Y por una extraordinaria circunstancia, propiciada por las redes sociales, contacta conmigo un entrañable "primo cuarto" del Puerto de Santa María. Su nombre es Pedro Ruiz, quien me ha relatado y me ha facilitado fotografías y algunas historias inéditas para mí y seguro que para el resto de la familia



El oficio de carbonero lo hemos conocido gracias a las anécdotas del abuelo Manuel (papá Manuel). Ya conté aquello del abrazo al trajeado de blanco (como el hombre de la foto), o incluso lo que le ocurrió con un burro. Pues bien, la carbonería era de su tío político,  José Ruiz Alfaro, quien casó con Nieves Alvarado Martín (hermana de Alejandro y de Manuel nuestro tatarabuelo). Aquí tenéis a estos dos hermanos.


Los Ruiz procedían de Coria del Río, y los Alvarado de Benacazón, ya portaban la tradición de piñeros, piconeros y carboneros. A ello le juntaremos el arte torero, con nuestro afamado representante Alejandro Alvarado "Alvaradito", que ni era corto de estatura (visto en la talla de sus Quintas) ni era hombre de cabeza grande (quizás sí cuello ancho).


La fotografía de Nieves os resultará "muy familiar", ya que podemos adivinar el mismo rostro de la tía Enriqueta, e incluso de nuestro abuelo Manuel.











Y surgen los primos de las siguientes generaciones, que no hemos llegado a conocer o ni siquiera haber escuchado hablar de ellos. Tal es el caso de Luisa Alvarado, que será hija de uno de los varones, como pueden ser de José, Antonio o Pedro, ya que de los demás (Alejandro, Francisco y Manuel) sabemos que no son su padre. Dolores, Nieves y Josefa, serán las mujeres de la familia.



Y he aquí a la matriarca benacazonera, y común tatarabuela con nuestro nuevo primo. Ella es Juana Martín León, esposa de Pedro Alvarado Franco, carbonero de Benacazón en Triana. Por lo tanto, no sabemos si era socio de su consuegro, o de su yerno, o si eran dos negocios distintos. También podría ser que Pedro trabajase para la familia Ruiz.



De modo que esta última foto es la reliquia más antigüa que seguramente existe de nuestra familia, y que es de corazón agradecer a nuestro nuevo primo.

Por ello, en honor de los carboneros, simiente de los industriales de la energía, quería compartir esta poesía de Antonio Machado:

Poned sobre los campos un carbonero, un sabio y un poeta.
Veréis cómo el poeta admira y calla,
el sabio mira y piensa...
Seguramente, el carbonero busca las moras o las setas.
Llevadlos al teatro y sólo el carbonero no bosteza.
Quien prefiere lo vivo a lo pintado 
es el hombre que piensa, canta o sueña.
El carbonero tiene llena de fantasías la cabeza.

PROVERBIOS Y CANTARES – XXVI





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