jueves, 28 de diciembre de 2017

HISTORIA DE UN APELLIDO (3ª parte, Final)

Como no hay dos sin tres, y las trilogías suelen ser buenas, aquí os entrego el último resumen de los estudios familiares.... para vuestro disfrute y comienzo de un feliz año. 
Siento que está muy documentado y se hace un poco largo, pero no viene mal conocer los orígenes de las familias y poder ser conscientes del poco sentido que tienen nuestros propios prejuicios.


Alvarazado vinculado a Benacazón

En la obra de D. Manuel González Jiménez, llamada “La repoblación de la zona de Sevilla durante el siglo XIV”, podemos observar diversas páginas que hacen referencia a la creación, o más bien, la refundación de este pueblo. Me ha parecido de gran interés, dado que surgen algunos nombres y la nueva organización de dicha población una vez pasado el tiempo de la expulsión musulmana de Sevilla, que había tenido lugar en el siglo anterior.


La alquería de Benacazón fue dada en el repartimiento a doña Mayor Arias, pero posteriormente, figura a nombre de varios señores en el tiempo de su repoblación: En 1332 Ruy Fernández de Gibraleón y en 1335 Juan González de Belorado.

En 10 de noviembre de 1332, en Sanlúcar la Mayor, tiene lugar la carta puebla de Benacazón otorgada por Juan Martínez, quien ostenta el señorío de la sexta parte de la aldea, por compra de estas tierras y se le considera el repoblador del Aljarafe (Archivo de la Audiencia de Sevilla, legajo histórico 484, ff.89-96, con copias manuscritas de 1703 sobre otra de 1454). El mismo personaje es alcalde de la aduana de Sevilla[1].




También podemos observar en la Biblioteca Digital de la Real Academia de la Historia: General Escritura de trueque de varias tierras, en Sevilla, otorgada por Alvar Martínez, alcalde de la aduana de Sevilla, y... (1323.03.30 (1361). Este Alvar podría ser el mismo Juan Martínez, un hermano de él o algún familiar, que participa de las reparticiones de Sevilla en el Aljarafe, siendo también alcalde de aduana. Cabe la posibilidad de que cediera su nombre al apellido compuesto de Martínez-Alvarazado, como otra de las múltiples combinaciones del origen.

Al respecto de Juan Martínez, Collantes de Terán referirá respecto a sus investigaciones en un artículo, su destacada relevancia a finales del siglo XIV[2]

Tanto los apellidos de algunos de los primeros pobladores, Martín y Martínez, así como el primer señorío compartido de Benacazón por Juan Martínez, pueden tener ilación con el estudio que estoy llevando a cabo. Por otra parte, y como cité, el otro alcalde de aduanas Alvar Martínez, puede dar como continuidad a un Martínez Alvar- con alguna partícula añadida, o sencillamente que hubieran emparentado con los de Albo. La aparición de Albarazado puede también ser consecuencia del sobrenombre que se añade por una circunstancia adicional en la que vuelvo a insistir (Albarraz es una enfermedad similar a la lepra en el Diccionario de la Edad Media, en el siglo XV, que es cuando puede haber surgido en este concreto caso).

De esta manera, insisto en que Juan Martínez, uno de los señores de Benacazón, pudo adquirir la lepra tuberculoide y, por dicho motivo, añadirse un segundo apellido descriptivo de la persona: Alvarazado (al-baras + azo/ado como asemejado a, o afectado por la enfermedad), o bien, insisto, tenía familiaridad con los de Albo, quienes pudieron llevar este nombre por esta patología. O en otra instancia, haber construido un muro, fortín o separación entre tierras con elementos resistentes de piedra, sin argamasa,  o de alguna construcción similar.


¿Quién era Juan Martínez en el Aljarafe sevillano?

A propósito de la población de Espechilla [3] se vislumbra el origen de la distribución particular de las tierras andaluzas, por medio de las heredades y señoríos [4]

En relación a la fundación de Torre de las Arcas[5], parecen resurgir los mismos personajes y protagonistas de todas las historias en las últimas décadas, con un aparente bucle alrededor del nombre Juan Martínez, que aunque parezca sencillo, será destacado en el Aljarafe sevillano[6]

Con referencia a los oficios de la época tenemos que el Aljarafe es zona privilegiada en carnes y por ende, en pieles. Por otra parte está la abundancia de olivares y de pinares, con lo que se configura como espacio para la producción energética del carbón, una incipiente industria que se desarrolló a lo largo de siglos en Benacazón. Por lo tanto, no es de extrañar que nuestra familia ancestral tuviera relación con la producción cárnica y con la del carbón, tanto es así como que en la emigración que se produjo hacia Triana en el siglo XIX, el oficio que se fue heredando era el de carbonero. 



De alguna de estas líneas, bien por proximidad geográfica (siempre en Sevilla y poblaciones cercanas) o por expansión en las tierras de antiguas herencias, aparecen en Benacazón  algunos vestigios documentales alusivos al apellido Alvarazado. Se trata del padrón de cuantías de 1538, que es la declaración previa que se hacía a la hacienda pública sobre los bienes por los que se debía tributar (bienes muebles y raíces de los pecheros). En este caso, se observan los registros de Diego Martín Albarazado y de Alonso Martín Albarazado

El “Martín” también puede querer significar “Martínez”, aunque parece que en los registros eclesiásticos posteriores de Benacazón el “Martín” se va perdiendo o confundiendo como si de un segundo nombre de pila se tratase. ¿Estaremos hablando de los hermanos pobres del jurado Juan Martínez, hijos del primer jurado y nietos del famoso carnicero? ¿serían en otro caso primos? ¿O el apellido estaba indicando una condición social o racial de su origen? Yo me inclino hacia lo primero, aunque sin declinar de lo segundo, dado por su probable origen judío antes citado.

Después de los padrones de cuantías de 1538, donde se evidencian dos ramas principales de los Martín Alvarazado (Alonso y Diego), se van bifurcando esas dos primeras líneas más evidentes que proceden –estimativamente- de la misma raíz. Habrá una constante en la inscripción del apellido: un Martín que aparece sólo, después confundido con un segundo nombre de pila y, por último, que desaparece al igual que el Alvarazado, simplificándose el apellido en el que figura en los libros oficiales de apellidos de la época, el actual Alvarado. Más adelante se argumentará debidamente.


La transcripción de partidas de Benacazón (1572 a 1858)



Una de las medidas más importantes a aplicar en la Iglesia Católica, fruto del Concilio Ecuménico de Trento, finalizado en 1563, fue la creación de los Archivos Parroquiales. Gracias a ellos y a la buena conservación de numerosísimas Iglesias, pueden llegar a nosotros –no sin un importante esfuerzo de búsqueda e interpretación- elementos que conforman los árboles genealógicos.

El caso de Benacazón resulta extraordinariamente interesante, en cuanto que nos provee de numerosísima documentación bien conservada y con códigos guía por nombre de bautismo, que fueron elaborados posteriormente a los registros iniciales.

No obstante, el registrador ha utilizado un tipo de letra más difícilmente legible para una persona nobel como yo en el arte de interpretar de entre las distintos tipos de letra gótica: la cursiva y, de manera especial, la cortesana (o precortesana) e incluso, la procesal, como una derivación a la que el tiempo nos conduciría.

Trataré a continuación de aproximarme a la correcta traducción de lo que se decía o se pretendía hacer constar, dados el contexto y el acto del que se daba fe. Se producirán diversas notas que no procederán, dado que no llego a comprender las palabras concretas, y en estos casos, anoto un interrogante.



Los dos primeros registros bautismales encontrados (que probablemente, no han de ser los únicos) recogen el Libro primero de bautismos (Baptismos) y casamientos de la parroquia de Benacazón, que contiene las partidas desde la fecha 30 de julio de 1570 hasta el 8 de abril de 1588.

1572 Pedro Martín Alvarazado García, hijo de Alonso Martín Alvarazado y de Isabel García.

1575 Alonso Martín Alvarazado González, hijo de Diego Martín Alvarazado y de Leonor González



Más adelante, en una búsqueda página a página, dado que no se disponía aún de guías por nombre en los libros, encuentro la siguientes documentación:

1599 Francisca Martín Alvarazado García, hija de Diego Martín Alvarazado y de Juana García

1600 Alonso Martín Alvarazado y Beatriz de Torres. Casamiento: desposorio y velación

1619 Antonio y Ana Alvarado, hijos de Hernando Félix de Alvarado natural de Sanlúcar la Mayor. El origen justifica que esta línea es distinta del resto y que dicho apellido era aún extraño en Benacazón, aunque no hoy día.

1650 Pedro Martín Albarazado Guerra, hijo de Joan Martín Albarazado y de Ana Guerra.

1672 Joan Sánchez Albarrazado María, hijo de Bartolomé Sánchez Albarrazado y de su mujer Ana María.

1674 Leonor Martín Albarrazado López, hija de Diego Martín Albarrazado y de su mujer María López.

1677 Pedro Sánchez Albaraçado María, hijo de Bartolomé Sánchez Albaraçado y de Ana María.

1680. Isabel Martín Albarazado González, hija legítima de Pedro Martín Albarazado y Isabel González, fueron sus padrinos Juan Martín Albarazado e Isabel Fernández









                 






















El jóven apellido de 268 años


Entre 1682 y 1749 se produce el fenómeno de metamorfosis del Apellido familiar, pasando de Martín Alvarazado a sólo Martín y, posteriormente, a Martín como segundo nombre y seguido ya de Alvarado

Los libros implicados son desde el sexto de Bautismos hasta el décimo, así como el quinto de Matrimonios. Estas casi siete décadas dieron como conclusión un apellido “verificado” por los libros de la época, ya que era casi inédito el antiquísimo Alvarazado. 



                 


1682. Ana Martín Albarazado González, hija legítima de Pedro Martín Albarazado y Isabel González.

1687. Pedro Martín González, hijo legítimo de Pedro Martín y de Isabel González

1691. Luis Martín González, hijo legítimo de Pedro Martín y de Isabel González.

Los últimos Alvarazado conocidos y de noble estirpe, resultan ser religiosos y haber finalizado su lógica herencia genética con su fallecimiento en 1647, y su enterramiento en la propia Catedral de Sevilla, previa petición de hidalguía a la Chancillería de Granada, vinculado a la raza. 

Ya éstos, contaban con el apellido Varela y Dávila como previos al de Alvarazado. Por lo tanto, el último reducto con cierto linaje o abolengo se termina en Sevilla, y se desconoce en el resto del país.

Otra cuestión es que, próximo a 1750, ya se manejaban nuevos términos que se relacionaban con América, en cuanto al sistema de castas colonial y sistema de castas indiano.

Y todo esto, que sería réplica clara en la España del XVIII, era un mal augurio el término albarazado, surgido de la mezcla de las razas americanas  jíbaro con mulata (Navarro García, Luis (1989). El sistema de castas. Historia general de España y América: los primeros Borbones. Ediciones Rialp. p. 254)

A mi juicio, este ha sido el motivo determinante que hace inclinarse al párroco o cura registrador por utilizar un apellido menos "discriminante", dada la susceptibilidad que la raza causaba, y habiéndose superado los siglos anteriores de repudio a lo árabe y lo judío, con la búsqueda de “la Blanca de la Carne” (no sólo como ahorro de impuestos en las compras, sino por la cuestión de origen) y todos los sufrimientos generados para demostrar una incomprensible “raza pura” o hidalguía. 

Baste con plantear este problema a las familias para que viesen con buenos ojos la conversión del apellido, en esta histórica ocasión y escapando del rechazo social. 


Veamos el elenco de datos de los registros de Benacazón:

1726. Pedro Martín Rodríguez, hijo de Luis Martín y de Cathalina Rodríguez.


1749. Desposorio. Pedro Martín Alvarado, hijo de Luis Martín Alvarado, y de Cathalina de la Cruz, con Josepha de Bargas, hija legítima de Pedro de Bargas, difunto, y de María Romero.

Finalmente, en 1749 se clausuran los prejuicios hacia nuestro antiguo apellido, pasando a denominarse hasta la fecha de hoy como Alvarado, teoría que nada tiene que ver con los conocidos estudios de linajes que portan este apellido. 



Por ello, lo que hemos hecho es una investigación documental 
directa, cuyos resultados son absolutamente distintos a lo que hasta la fecha existían, y como cualquier estudio de este tipo, con una interpretación siempre discutible.

1756. Joseph Antonio Alvarado de Bargas, hijo legítimo de Pedro Martín Alvarado y Josepha de Bargas (Juan es hermano de Pedro)

1784. Juana María Josepha Alvarado Franco, hija legítima de Joseph Alvarado y de su mujer María Franco: nieta paterna de Pedro Alvarado y de María de Bargas, y materna de Bernabé Franco y Juana de Torres




1808. Pedro Alvarado Franco. Página 174 Libro de Matrimonios nº 6  Nº 332. Desposorio y velación. Pedro Alvarado con Catalina Escudero. hicieron verdadero y válido matrimonio a Pedro Alvarado, viudo de María Limón, e hijo de José y de María Franco, juntamente con Catalina Escudero , hija de Bartolomé y de Juana Pérez, todos naturales y vecinos de esta Villa

Otros hermanos de Pedro Alvarado Franco: 

Bautismos: Juan Francisco Alvarado Franco: 09/12/1777, nació 08/12/1777 pg. 91; 
María Josefa Alvarado Franco: 02/11/1779 nació. Pg. 111 Libro.



1809. José María Alvarado Escudero.  Página 258 Libro de Bautismos nº 12 Nº 1019. Bautismo José María.

…bauticé solemnemente a José María de los Dolores, que nació día veinte y dos de dicho mes, Hijo de Pedro Alvarado y Catalina Escudero, Abuelos paternos José Alvarado y María Franco, abuelos maternos Bartolomé Escudero y Juana Pérez




1827. Josef Alvarado Escudero. Página 26 Libro Matrimonios nº 8 Nº 89. Desposorio y velación de Josef Alvarado con Josefa Franco.

…legítimo matrimonio a Josef Alvarado, hijo de Pedro Alvarado y de Catalina Escudero, con Josefa Franco, hija de Josef Franco y de Luisa Fernández

1837. Pedro Alvarado Franco. Página 202 Libro Bautismo nº 14 Nº 1098. Bautismo de Pedro Alvarado Franco.

…baptizé solemnemente a Pedro Joaquín Josef Mª de las Nieves, … hijo legítimo de Josef Alvarado y Josefa Franco. Abuelos paternos Pedro Alvarado y Catalina Escudero, abuelos maternos Josef Franco y Luisa Fernández, fueron sus padrinos Pedro Martín y María Sánchez.



1858. Pedro Alvarado Franco. Página 87 Libro Matrimonios nº6 Nº 165. Desposorio de Pedro Alvarado con Juana Martín.

…desposé por palabras de presentes que hicieron verdadero y legítimo matrimonio a Pedro Alvarado de veinte y un año de ejercicio carbonero, hijo de José Alvarado de ejercicio del campo y de Josefa Franco, con Juana Martín  de veinte y un años, los dos de estado solteros, hija de Antonio Martín de ejercicio del campo y de María León

1899. Manuel Alvarado Real de Rivera. Libro 103, folio 90, número 277, Bautismo,  Parroquia Señora Santa Ana de Sevilla.

… hijo de Manuel Alvarado de ocupación jornalero y de Francisca Real de Rivera, casados en esta Parroquia. Abuelos paternos Pedro y Juana Martín, maternos Francisco y Isabel Serrano, naturales de Alhama de Murcia, los abuelos paternos naturales de Benacazón, los padres de Sevilla. Se le puso por nombre Manuel de la Santísima Trinidad


Y los Alvarado que siguen.... ya los conocéis. 





[1] También existía un funcionario de Almojarifazgo, que con la denominación de Alcalde de la Aduana se ocupaba de vigilar las importaciones o exportaciones por conducto marítimo.
La Blanca de la Carne, páginas 69 y 70.
[2] …Con todo, el personaje que más destacó en el cambio de siglo fue el veinticuatro Juan Martínez, que además era armador de las flotas reales. Fue mayordomo en al menos dos ocasiones (1383-1384, 1384-1385), y cuando Enrique III destituyó a los miembros del concejo sevillano en 1402, y nombró que se podría denominar, en la terminología actual, una gestora,  designó para ocupar el cargo de mayordomo, en el que estuvo cinco años 23.
Además, fue recaudador de imposiciones y repartimientos para financiar operaciones militares, etc. Todos estos datos parecen dar a entender que el comportamiento de la aristocracia sevillana no fue uniforme, y que dentro de la misma se configuró un grupo que se vinculó a las actividades financieras relacionadas con las haciendas real y municipal, mientras que el resto se limitaba a su condición de propietarios de tierras.
23 Esta gestora se mantuvo hasta la muerte del monarca, momento en que el regente, don Fernando, decidió reinstaurar el concejo en 1407.
La Élite Financiera en la Sevilla Bajomedieval: Los mayordomos del Concejo. Por Antonio Collantes de Terán Sánchez (Universidad de Sevilla) Páginas 9 y 10 Revista d'Historia Medieval 11, pp. 13-39

[3] González Jiménez, Manuel, opus cit. Pags.425 y 426
[4] Hacia 1324-1320 se inició un proceso de concentración de la propiedad de la tierra, que afectó sólo a un sector de la heredad, en el que participaron Juan Martínez, alcalde de la aduana de Sevilla;
[5] González Jiménez, Manuel, opus cit. Pags.427 y 429
¿             
¿Quién era este Juan Martínez? El texto sólo dice de él que era «vecino de Sevilla en el barrio de Francos, a la collación de Santa María». Es probable que se trate del mismo que en años anteriores adquirió Espechilla e inició la repoblación de la aldea, dado que éste era también vecino de la misma calle y collación, según consta en los documentos referentes a la compra de la citada aldea “.


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