martes, 5 de mayo de 2015

Cuando calienta el sol....en el camping Catapúm


En los años 70, los Alvarado se aficionaron al camping. Y mientras en el lustro que va de 1970 a 1975, sonaban las canciones de Los Diablos, Peret, Fórmula V, Camilo Sesto o Manolo Escobar - por poner algún ejemplo-, nos deleitaban esos maravillosos veranos con canciones inolvidables como: Un rayo de sol, Borriquito, Vacaciones de Verano, Eva María, ¡y viva España!, la fiesta del Blas, etc.  Son recuerdos musicales que nos pueden traer esos tiempos, a unos, como niños en su primera infancia y a otros, en la juventud y en la flor de la vida familiar.


Luego irían llegando otros como Richar Cocciante, Albert Hammond, Sandro Giacobbe, The Manhattan Transfer, Miguel Bosé, Boney M, y un largo etc., transformando totalmente la música, introduciendo la discoteca como lugar de esparcimiento juvenil y del descubrimiento de otras realidades, dada la influencia exterior. Así, conocíamos en el camping a muchísimos extranjeros, algunos que eran vecinos de tienda: alemanes, holandeses, ingleses… y era el inicio de la experiencia de intercambio cultural: un reloj por aquí, una radio por allá, tomar el sol sin ropa…a cambio del gazpacho, los arreglillos baratos y la amistad española del cante y de la diversión en familia, cosa totalmente extraña para los muchos extranjeros que venían a Huelva.



Los pinares, la canoa para pasar a la otra banda, la playa con los primos, las cenas de la pesca y marisqueo que hacíamos, etc. Recuerdo el salto con el remo de mis primos mayores, el cierre de tiendas por la tarde a la hora de los mosquitos, el fumigador. Hasta se perdió mi hermano en la playa el día de su cumpleaños, y los primos fueron corriendo hasta encontrarlo. Cuántas alegrías y cuántos sustos: niños que se perdían y no volvían a verse, la piscina de la cabaña y la discoteca nocturna, las noches, el calor de la tienda a lo largo del día…. Y tantísimas cosas de las que tengo un tenue recuerdo y que ojalá podáis aportar algún comentario.


Y también muchos niños venían al mundo y respiraban durante unos meses el aire de los pinos, recibían el salitre y el sol para alimentar sus pieles y crecer en un ambiente tan sano y tan alegre como el camping. Aquí tenéis a la prima Merchi (creo que embarazada del segundo y el mayor de la mano). Y al lado, algún primo o vecino de tienda más. 


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