AÑO 1895. El Aprendizaje y los Consejos.
Café cantante en Sevilla 1890
¿De dónde surge el arte?, no lo sabemos a ciencia cierta. Sí que el ambiente de la Sevilla de finales del XIX mostraba el contraste de la pobreza, el hambre y la enfermedad; ante las cuáles se evadían y se buscaban la vida gracias a la música y a los toros. Eso viviría Alejandro en su juventud.
A continuación, tenemos la primera referencia documental que aparece sobre sus actuaciones. Nos la provee la Revista semanal "El Enano", nº 43, de 11 de julio de 1895.
MURCIA
7
de Julio de 1895
A
las cinco en punto y bajo la presidencia del Sr. Figueras de Molinero, salieron
las cuadrillas capitaneadas por los valientes diestros Francisco Cayuela "Rolo", y Alejandro
Alvarado, "Alvaradito", ambos de Sevilla; después de cambiar la seda por el
percal, se dio suelta al primero...
Segundo,
del mismo pelo que e1 anterior, atendía por Remendao, tuerto del derecho; viendo el presidente que no quiere
pelea con los de aupa, ordena sea fogueado, ejecutando la suerte Bonifa y Pepiñá
con dos pares A la media vuelta y cierra Bonifa con uno al cuarteo. El toro que
salió con un puntazo en el brazuelo, dado por un compañero, pide el público,
con la venia del matador, que vaya al corral, á lo que no accede el presidente,
puesto que son toros de deshecho y está en condiciones de lidia; el público
grita y rompe las sillas, y el Sr. Piqueras no hace caso de los Ignorantes que
piden injustamente lo que no debe ser; mientras tanto Alvaradito, que comprende
que está cometiendo una pifia con no querer brindar, lo hace con traje lila y
oro, se va al bicho al que pasa con uno natural, sufriendo un desarme; coge los
trastos, y desde lejos, se le arranca el toro, y de poder a poder, deja una
baja que hizo doblar al Morito y respirar
al matador, que comprendió que todavía hay Providencia.
El
toro, hecho un pillo queriendo carne.
Cuarto,
negro, listón, ainado de pitones y bien puesto, se llama Corredor, algo burriciego; de
Ballesteros, Migas y Torralba toma cuatro alfilerazos, catando al quite Bonifa;
Alvarado, al ver las condiciones del toro intenta dar una larga A medio capote,
el bicho hace por él, dándole un achuchón, rompiéndole la taleguilla; con
precipitación y embarullamiento abanica al toro, hincándose de rodillas.
Palmas.
Bonifa
prende un par de lujo al cuarteo superior que le vale una ovación, el toro lo
persigue y salta tras él al callejón.
Ya
en el ruedo, Zurini cuelga medio par, y repite Bonifa con uno bueno. Alvarado,
que encuentra a Corredor con
facultades y desparramando la vista, lo pasa con uno cambiado, otro de pecho,
siendo achuchado y tomando el olivo, cuatro con la izquierda y dos derecha,
para un pinchazo trasero, varios pases, saliendo perseguido y desarmado, y otro
pinchazo bueno tomando el olivo, y primer aviso; otro pinchazo en todo lo alto,
otro bueno, y segundo aviso, rompiéndosele una pata al toro. Intenta el
descabello y lo consigue al segundo golpe. El toro receloso y encogiéndose.
APRECIACIÓN
…
Alvaradito. Ya dije de este diestro que prodiga mucho la valentía queriéndolo hacer todo; para los toros criminales están los recursos de los matadores. Si asi no fuese, nada mis que veríamos matar toros nobles, y no aplaudiríamos la valentía do los diestros con toros guasones. Nada más que a la Providencia le achaco el que matara a su primero, A su segundo le debió trastear mucho mejor, pues condiciones tenia para ello, casi estoy por decir que. exceptuando el tercero, fué el mas claro de todo. Lo que es, que usted se embarulla, se azara, y no sabe por donde se anda; lástima que con esa valentía no tenga más vista y más aplomo ante la cara de los toros; tome mi consejo si es que quiere y creo no le pesará y llegará dia que sus buenas faenas sean aplaudidas de verdad por los públicos.
…
D. CAUTELA.
La alternativa al toreo era, por lo general, la vida agrícola y hacinada en los campos o en las ciudades masificadas. Aquí podemos ver una estampa propia del año en cuestión, lo que puede hacer pensar la necesidad y el deseo de huir como fuera de la miseria.
Los duros principios
A la vista de esta última apreciación del papelista “Cautela”, creo que realiza afirmaciones proféticas, que serán de gran ayuda, pues nada más le dice la verdad. Sobre el primer toro apostilla la palabra “Providencia”, y será cierto a lo largo de toda la vida de Alvarado, dado que, a pesar de todos los peligros y dificultades que vive, llegará a ser muy aplaudido y cumplir sus primeras ilusiones, aunque se quedara como un “torero de plata”. Si bien es cierto que trabajaría con muchos de los mejores toreros de la historia, y no lograra ser un primera línea, en cuanto al factor tiempo de torero, pocos le habrán ganado. Por dichos motivos, no es de extrañar que esto se debe únicamente a la “Providencia“. Es, por tanto, valiente, y lo quiere hacer él todo, es decir, torero de muchos recursos pese a la juventud. Por el contrario, es impaciente en terminar las faenas, por miedo a que se eternicen –aunque con lo que tiene enfrente se puede comprender dicha actitud-.
En la crónica taurina de la página
5 del Diario La Vanguardia de Barcelona, en el día 13 de septiembre de 1895,
aparece el percance más antiguo del que hay referencia escrita, como lo más
antiguo recogido en un diario de la prensa:
Corrida
de toros
De los toreros que han lidiado
los toros corridos después, ha sido
cogido uno llamado Alejandro Alvarado (a) Alvaraito. He aquí el parte facultativo:
«Durante
la lidia del tercer toro ha ingresado en esta enfermería el espada Alejandro
Alvarado con una herida de unos 4 centímetros de extensión y tres de
profundidad que le impide continuar lidiando.—Doctor Lacasa”
Alejandro era todavía un
perfecto desconocido y su carácter expuesto y valiente le expondrá al miedo de la
consecuencia más temida para un torero: que puedan acabar sus sueños, su
profesión y su vida torera... sólo del posible fondo, el riesgo de ser muerto por un toro.
En un párrafo anterior al
citado, aparece la referencia que le seguirá en su caminar profesional,
respecto a las mujeres valientes que también serán grandes profesionales de
este arte de torear:
Toreras
Se
ha verificado esta tarde la corrida de toretes, á cargo de Angela y otras.
Estas
toreras han estado muy bien al correr los becerrillos que han toreado, pero el
espectáculo no ha agradado mucho al público, por más que algunos aficionados
han aplaudido bastante.
Es un hecho valiente no sólo en
cuanto al toreo, sino el valor de ser mujer y exponerse a todo tipo de
comentarios e insidias. No obstante, siempre son centro de admiración y, con el
tiempo, demostrarán que esta empresa “catalana” está llena de profesión y
respeto al peligroso arte. Ángela Pagés será su capitana por muchos años.
El relato completo nos lo facilita la revista “El Enano” nº atrasado de 12/09/1895.
Ya
conocen ustedes—de hoy el suceso, salen las Señoritas—cuyos pies beso, a lidiar
dos becerros—de pocos meses con verónicas cambios—y volapíeses.
Después
salen (y de éstos—no beso nada), Alvarado y Cervera—con su mesnada, á mostrar
los arrojos—de entrambos pechos con toros de seguro—mucho más hechos-
Curiosidad no falta—por ver el arte que se dice que en una—y en otra parte han
mostrado esas niñas—tan hacendosas, se entiende que en las tauromáquicas cosas.
Como
yo soy galante—con demasía, que ganen muchas palmas—me alegraría, mas como
aficionado—por Dios no creo que utilidades traigan—para el toreo, pues me voy
sospechando—que en estas Eras, ya que no señoritas,—sobran toreras-
Mas
son las cuatro y media—y el edil saca el pañolillo blanco—de la casaca; conque
si ustedes quieren—dejando ripios, empezaré la cosa—por sus principios.
Diciendo ante todo que aunque estaba anunciado para alternar con Cervera José
Palomar, por repentina indisposición de éste ha habido que sustituirle con
Alvarado.
La
empresa, con buen acuerdo, ha dividido el espectáculo en dos partes, por lo
cual el paseo le han hecho solas las señoritas que son las encargadas de las
dos primeras jornadas de la obra que tenemos el honor dé representar.
…
Primero
Que
como ustedes saben pertenecía a la casta del Duque de Veragua, y se llama Diablito, y es jabonero, salpicado de
atrás, grande, buen mozo, caidito de armas y mogón del derecho.
Después
de algunas carreras, pasa el del Duque á entendérselas con Montalvo, el cual
pone una buena vara y vuelca
Cervera,
mete bien el percal y se adorna luego- Pica el Gallego, hace el quite el
Alvarado y por confiarse mucho sale achuchado y derribado, recibiendo el
puntazo en los glúteos. Por su pie va á la enfermería yo creo que con puntazo-
…
PALMAS Y PITOS
Lo
que ha llenado por esta vez la plaza de bote en bote ha sido la curiosidad que
había por saber lo que hubiera de cierto en las habilidades de que casi á
diario nos hablaban los periódicos de provincias respecto al trabajo de la
cuadrilla de las Señoritas
toreras que ha andado todo el verano corriendo las principales plazas de España...
…
Amigo de las toreras.
De manera que Alejandro se
encuentra en su presentación en la corte de Madrid y, gran frustración supone
el hecho de tener que abandonar herido la plaza, sin dar lugar a demostrar su
potencial ante tantos espectadores. Ese mismo día y hora, se presentaban las Noyas, con muchas críticas y enemigos de
la idea de que las mujeres salieran a un ruedo, que era cosa de hombres. De tal
manera que quedan puestas en duda, por una parte, y luego lo visto, se acaba
reconociendo que verdaderamente tienen unos recursos y un arte de grandísima
calidad, siempre manteniendo las distancias con los “toreros de verdad”, con
los que se llegará a comparar a estas jóvenes. Lo curioso de la historia es que
son catalanas, y ya en esos años se empezaban a oir en su tierra
manifestaciones escritas y opiniones en contra de la fiesta española: el toreo
y el flamenqueo; dichos enemigos serán llamados más adelante los “civilizadores”.
No se le quedaría nada bien el
cuerpo a Alvarado, no sólo por el profundo puntazo recibido, sino por el
“coraje” de no comenzar su ansiada carrera hacia el éxito y el reconocimiento,
o haberla empezado con tan mala pierna, o casi podría decirse que “de puro
culo”.
El mismo evento es relatado por
el número 1153 de la revista “El Toreo”, de fecha 13/09/1895.
En el siguiente año se resarcirá de esta mala tarde de accidente, también ante las Noyas, y en años posteriores se verá cómo llega brindar un toro a una de estas amigas toreras que estaban en el público, mostrando que, contrario a la corriente de esos años, él no estaba nada en desacuerdo -al parecer- con el hecho de que la mujer tenía su sitio en las plazas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario