Siento que está muy documentado y se hace un poco largo, pero no viene mal conocer los orígenes de las familias y poder ser conscientes del poco sentido que tienen nuestros propios prejuicios.
Alvarazado vinculado a Benacazón
En la obra de D. Manuel González Jiménez, llamada “La repoblación de la zona de Sevilla durante el siglo XIV”, podemos observar diversas páginas que hacen referencia a la creación, o más bien, la refundación de este pueblo. Me ha parecido de gran interés, dado que surgen algunos nombres y la nueva organización de dicha población una vez pasado el tiempo de la expulsión musulmana de Sevilla, que había tenido lugar en el siglo anterior.
La alquería de Benacazón fue dada
en el repartimiento a doña Mayor Arias, pero
posteriormente, figura a nombre de varios señores en el tiempo de su
repoblación: En 1332 Ruy Fernández de Gibraleón y en 1335
Juan
González de Belorado.
En 10 de noviembre de 1332, en Sanlúcar
la Mayor, tiene lugar la carta puebla de Benacazón otorgada por Juan Martínez, quien ostenta el
señorío de la sexta parte de la aldea, por compra de estas tierras y se le
considera el repoblador del Aljarafe
(Archivo de la Audiencia de Sevilla,
legajo histórico 484, ff.89-96, con copias manuscritas de 1703 sobre otra
de 1454). El mismo personaje es alcalde
de la aduana de Sevilla[1].
También podemos observar
en la Biblioteca Digital de la Real
Academia de la Historia: General Escritura de trueque de varias tierras, en
Sevilla, otorgada por Alvar Martínez,
alcalde de la aduana de Sevilla, y... (1323.03.30 (1361). Este Alvar podría ser
el mismo Juan Martínez, un hermano de
él o algún familiar, que participa de las reparticiones de Sevilla en el Aljarafe, siendo también alcalde de
aduana. Cabe la posibilidad de que cediera su nombre al apellido compuesto de Martínez-Alvarazado, como otra de las
múltiples combinaciones del origen.
Al respecto de Juan Martínez, Collantes de Terán referirá respecto a
sus investigaciones en un artículo, su destacada relevancia a finales del siglo
XIV[2]
Tanto los apellidos de algunos de los primeros pobladores, Martín
y Martínez, así como el primer señorío compartido de Benacazón por Juan
Martínez, pueden tener ilación con el estudio que estoy llevando a
cabo. Por otra parte, y como cité, el otro alcalde de aduanas Alvar
Martínez, puede dar como continuidad a un Martínez Alvar- con
alguna partícula añadida, o sencillamente que hubieran emparentado con los de
Albo. La aparición de Albarazado puede también ser consecuencia del
sobrenombre que se añade por una circunstancia adicional en la que vuelvo a
insistir (Albarraz es una enfermedad similar a la lepra en el Diccionario de la
Edad Media, en el siglo XV, que es cuando puede haber surgido en este concreto
caso).
De esta manera, insisto en que Juan
Martínez, uno de los señores de Benacazón, pudo adquirir la lepra
tuberculoide y, por dicho motivo, añadirse un segundo apellido descriptivo de
la persona: Alvarazado (al-baras +
azo/ado como asemejado a, o afectado por la enfermedad), o bien, insisto, tenía
familiaridad con los de Albo, quienes pudieron llevar
este nombre por esta patología. O en otra instancia, haber construido un muro,
fortín o separación entre tierras con elementos resistentes de piedra, sin
argamasa, o de alguna construcción
similar.
¿Quién era Juan Martínez en
el Aljarafe sevillano?
A propósito de la población de Espechilla [3] se vislumbra el origen de la distribución
particular de las tierras andaluzas, por medio de las heredades y señoríos [4]
En relación a la fundación de Torre de las Arcas[5], parecen resurgir los mismos personajes y
protagonistas de todas las historias en las últimas décadas, con un aparente
bucle alrededor del nombre Juan Martínez, que aunque parezca
sencillo, será destacado en el Aljarafe sevillano[6]
Con referencia a los oficios de la época tenemos que el Aljarafe es zona
privilegiada en carnes y por ende, en pieles. Por otra parte está la abundancia
de olivares y de pinares, con lo que se configura como espacio para la
producción energética del carbón, una incipiente industria que se desarrolló a
lo largo de siglos en Benacazón. Por
lo tanto, no es de extrañar que nuestra familia ancestral tuviera relación con
la producción cárnica y con la del carbón, tanto es así como que en la
emigración que se produjo hacia Triana
en el siglo XIX, el oficio que se fue heredando era el de carbonero.
De alguna de estas líneas, bien por proximidad geográfica (siempre en
Sevilla y poblaciones cercanas) o por expansión en las tierras de antiguas
herencias, aparecen en Benacazón algunos vestigios documentales alusivos al
apellido Alvarazado. Se trata del padrón de cuantías de 1538, que es la declaración previa que
se hacía a la hacienda pública sobre los bienes por los que se debía tributar (bienes muebles y raíces de los pecheros).
En este caso, se observan los registros de Diego Martín Albarazado y de Alonso
Martín Albarazado.
El “Martín” también puede querer significar “Martínez”, aunque parece que en los
registros eclesiásticos posteriores de Benacazón
el “Martín” se va perdiendo o
confundiendo como si de un segundo nombre de pila se tratase. ¿Estaremos
hablando de los hermanos pobres del jurado Juan
Martínez, hijos del primer jurado y nietos del famoso carnicero? ¿serían en
otro caso primos? ¿O el apellido estaba indicando una condición social o racial
de su origen? Yo me inclino hacia lo primero, aunque sin declinar de lo
segundo, dado por su probable origen judío antes citado.
Después de los padrones de cuantías de 1538,
donde se evidencian dos ramas principales de los Martín Alvarazado (Alonso y Diego), se van bifurcando esas dos
primeras líneas más evidentes que proceden –estimativamente- de la misma raíz.
Habrá una constante en la inscripción del apellido: un Martín que aparece sólo,
después confundido con un segundo nombre de pila y, por último, que desaparece
al igual que el Alvarazado, simplificándose el apellido en el que figura en los
libros oficiales de apellidos de la época, el actual Alvarado. Más adelante se argumentará debidamente.
La transcripción de partidas de Benacazón (1572 a
1858)
Una de las medidas más importantes a aplicar en
la Iglesia Católica, fruto del Concilio Ecuménico de Trento, finalizado en
1563, fue la creación de los Archivos Parroquiales. Gracias a ellos y a la
buena conservación de numerosísimas Iglesias, pueden llegar a nosotros –no sin
un importante esfuerzo de búsqueda e interpretación- elementos que conforman
los árboles genealógicos.
El caso de Benacazón resulta extraordinariamente
interesante, en cuanto que nos provee de numerosísima documentación bien
conservada y con códigos guía por nombre de bautismo, que fueron elaborados
posteriormente a los registros iniciales.
No obstante, el registrador ha utilizado un tipo
de letra más difícilmente legible para una persona nobel como yo en el arte de
interpretar de entre las distintos tipos de letra gótica: la cursiva y, de
manera especial, la cortesana (o precortesana) e incluso, la procesal, como una
derivación a la que el tiempo nos conduciría.
Trataré a continuación de aproximarme a la
correcta traducción de lo que se decía o se pretendía hacer constar, dados el
contexto y el acto del que se daba fe. Se producirán diversas notas que no
procederán, dado que no llego a comprender las palabras concretas, y en estos
casos, anoto un interrogante.
Los dos primeros registros
bautismales encontrados (que probablemente, no han de ser los únicos) recogen
el Libro primero de bautismos (Baptismos) y casamientos de la parroquia de
Benacazón, que contiene las partidas desde la fecha 30 de julio de 1570 hasta
el 8 de abril de 1588.
1572 Pedro Martín Alvarazado García, hijo de Alonso Martín
Alvarazado y de Isabel García.
1575 Alonso Martín Alvarazado González, hijo de Diego Martín
Alvarazado y de Leonor González
Más adelante, en una búsqueda
página a página, dado que no se disponía aún de guías por nombre en los libros,
encuentro la siguientes documentación:
1599 Francisca Martín Alvarazado García, hija de Diego Martín
Alvarazado y de Juana García
1600 Alonso Martín Alvarazado y Beatriz de Torres.
Casamiento: desposorio y velación
1619 Antonio y Ana Alvarado, hijos de Hernando Félix de
Alvarado natural de Sanlúcar la Mayor. El origen justifica que esta línea es
distinta del resto y que dicho apellido era aún extraño en Benacazón, aunque no hoy día.
1650 Pedro Martín Albarazado Guerra, hijo de Joan Martín
Albarazado y de Ana Guerra.
1672 Joan Sánchez Albarrazado María, hijo de Bartolomé
Sánchez Albarrazado y de su mujer Ana María.
1674 Leonor Martín Albarrazado López, hija de Diego Martín
Albarrazado y de su mujer María López.
1677 Pedro Sánchez Albaraçado María, hijo de Bartolomé Sánchez Albaraçado y de
Ana María.
1680. Isabel Martín Albarazado González, hija legítima de
Pedro Martín Albarazado y Isabel González, fueron sus padrinos Juan Martín
Albarazado e Isabel Fernández
El jóven apellido de 268 años
Entre 1682 y 1749 se produce el fenómeno de metamorfosis del Apellido familiar, pasando de Martín Alvarazado a sólo Martín y, posteriormente, a Martín como segundo nombre y seguido ya de Alvarado.
Los libros implicados son desde el sexto de Bautismos hasta el décimo, así como el quinto de Matrimonios. Estas casi siete décadas dieron como conclusión un apellido “verificado” por los libros de la época, ya que era casi inédito el antiquísimo Alvarazado.
1682. Ana Martín Albarazado González, hija legítima de Pedro Martín Albarazado
y Isabel González.
1687. Pedro Martín González, hijo legítimo de Pedro Martín y
de Isabel González
1691. Luis Martín González, hijo legítimo de Pedro Martín y
de Isabel González.
Los últimos Alvarazado conocidos y de noble estirpe, resultan ser religiosos y
haber finalizado su lógica herencia genética con su fallecimiento en 1647, y su
enterramiento en la propia Catedral de Sevilla, previa petición de hidalguía a
la Chancillería de Granada, vinculado a la raza.
Ya éstos, contaban con el apellido Varela y Dávila como previos al de Alvarazado. Por lo tanto, el último reducto con cierto linaje o abolengo se termina en Sevilla, y se desconoce en el resto del país.
Ya éstos, contaban con el apellido Varela y Dávila como previos al de Alvarazado. Por lo tanto, el último reducto con cierto linaje o abolengo se termina en Sevilla, y se desconoce en el resto del país.
Otra cuestión es que, próximo a
1750, ya se manejaban nuevos términos que se relacionaban con América, en
cuanto al sistema de castas colonial y sistema de castas indiano.
Y todo esto, que sería réplica
clara en la España del XVIII, era un mal augurio el término albarazado, surgido
de la mezcla de las razas americanas
jíbaro con mulata (Navarro García, Luis (1989). El
sistema de castas. Historia general de España y América: los primeros Borbones.
Ediciones Rialp. p. 254)
A mi juicio, este ha sido el
motivo determinante que hace inclinarse al párroco o cura registrador por
utilizar un apellido menos "discriminante", dada la susceptibilidad que la raza
causaba, y habiéndose superado los siglos anteriores de repudio a lo árabe y lo
judío, con la búsqueda de “la Blanca de la Carne” (no sólo como ahorro de
impuestos en las compras, sino por la cuestión de origen) y todos los sufrimientos
generados para demostrar una incomprensible “raza pura” o hidalguía.
Baste con
plantear este problema a las familias para que viesen con buenos ojos la
conversión del apellido, en esta histórica ocasión y escapando del rechazo
social.
Veamos el elenco de datos de los
registros de Benacazón:
1726. Pedro Martín Rodríguez, hijo de Luis Martín y de Cathalina
Rodríguez.
1749. Desposorio. Pedro Martín Alvarado, hijo de Luis Martín
Alvarado, y de Cathalina de la Cruz, con Josepha de Bargas, hija legítima de
Pedro de Bargas, difunto, y de María Romero.
Finalmente, en 1749 se clausuran los prejuicios hacia
nuestro antiguo apellido, pasando a denominarse hasta la fecha de hoy como Alvarado, teoría que nada tiene que ver
con los conocidos estudios de linajes que portan este apellido.
Por ello, lo que hemos hecho es una investigación documental
directa, cuyos resultados son absolutamente distintos a lo que hasta la fecha existían, y como cualquier estudio de este tipo, con una interpretación siempre discutible.
1756. Joseph Antonio Alvarado de Bargas, hijo legítimo de
Pedro Martín Alvarado y Josepha de Bargas (Juan es hermano de Pedro)
1784. Juana María Josepha Alvarado Franco, hija legítima de
Joseph Alvarado y de su mujer María Franco: nieta paterna de Pedro Alvarado y
de María de Bargas, y materna de Bernabé Franco y Juana de Torres
1808. Pedro Alvarado Franco. Página 174 Libro de Matrimonios nº
6 Nº 332. Desposorio y velación. Pedro Alvarado con Catalina Escudero. hicieron
verdadero y válido matrimonio a Pedro Alvarado, viudo de María Limón, e hijo de
José y de María Franco, juntamente con Catalina Escudero , hija de Bartolomé y
de Juana Pérez, todos naturales y vecinos de esta Villa
Otros hermanos de Pedro Alvarado Franco:
Bautismos: Juan Francisco Alvarado Franco: 09/12/1777,
nació 08/12/1777 pg. 91;
María Josefa Alvarado Franco: 02/11/1779 nació. Pg.
111 Libro.
1809. José María Alvarado Escudero. Página 258 Libro de Bautismos nº 12 Nº 1019.
Bautismo José María.
…bauticé solemnemente a José María de los Dolores, que nació día veinte y
dos de dicho mes, Hijo de Pedro Alvarado y Catalina Escudero, Abuelos paternos
José Alvarado y María Franco, abuelos maternos Bartolomé Escudero y Juana Pérez
1827. Josef Alvarado Escudero. Página 26 Libro Matrimonios nº
8 Nº 89. Desposorio y velación de Josef Alvarado con Josefa Franco.
…legítimo matrimonio a Josef Alvarado, hijo de Pedro Alvarado y de Catalina
Escudero, con Josefa Franco, hija de Josef Franco y de Luisa Fernández
1837. Pedro Alvarado Franco. Página 202 Libro Bautismo nº 14
Nº 1098. Bautismo de Pedro Alvarado Franco.
…baptizé solemnemente a Pedro Joaquín Josef Mª de las Nieves, … hijo
legítimo de Josef Alvarado y Josefa Franco. Abuelos paternos Pedro Alvarado y
Catalina Escudero, abuelos maternos Josef Franco y Luisa Fernández, fueron sus
padrinos Pedro Martín y María Sánchez.
1858. Pedro Alvarado Franco. Página 87 Libro Matrimonios nº6
Nº 165. Desposorio de Pedro Alvarado con Juana Martín.
…desposé por palabras de presentes que hicieron verdadero y legítimo
matrimonio a Pedro Alvarado de veinte y un año de ejercicio carbonero, hijo de
José Alvarado de ejercicio del campo y de Josefa Franco, con Juana Martín de veinte y un años, los dos de estado
solteros, hija de Antonio Martín de ejercicio del campo y de María León
1899. Manuel Alvarado Real de Rivera. Libro 103, folio 90,
número 277, Bautismo, Parroquia Señora
Santa Ana de Sevilla.
… hijo de Manuel Alvarado de ocupación jornalero y de Francisca Real de
Rivera, casados en esta Parroquia. Abuelos paternos Pedro y Juana Martín,
maternos Francisco y Isabel Serrano, naturales de Alhama de Murcia, los abuelos
paternos naturales de Benacazón, los padres de Sevilla. Se le puso por nombre Manuel
de la Santísima Trinidad
Y los Alvarado que siguen.... ya los conocéis.
[1] También existía un funcionario de Almojarifazgo, que con
la denominación de Alcalde de la Aduana se ocupaba de vigilar las importaciones
o exportaciones por conducto marítimo.
La
Blanca de la Carne, páginas 69 y 70.
[2] …Con todo, el personaje que más destacó en el cambio de siglo fue el
veinticuatro Juan Martínez, que
además era armador de las flotas reales. Fue mayordomo en al menos dos
ocasiones (1383-1384, 1384-1385), y cuando Enrique
III destituyó a los miembros del concejo sevillano en 1402, y nombró que se
podría denominar, en la terminología actual, una gestora, designó para ocupar el cargo de mayordomo, en
el que estuvo cinco años 23.
Además, fue recaudador de imposiciones y repartimientos
para financiar operaciones militares, etc. Todos estos datos parecen dar a
entender que el comportamiento de la aristocracia sevillana no fue uniforme, y
que dentro de la misma se configuró un grupo que se vinculó a las actividades
financieras relacionadas con las haciendas real y municipal, mientras que el
resto se limitaba a su condición de propietarios de tierras.
23 Esta gestora se mantuvo hasta la muerte del monarca,
momento en que el regente, don Fernando, decidió reinstaurar el concejo en
1407.
La Élite Financiera en la Sevilla Bajomedieval: Los
mayordomos del Concejo. Por Antonio
Collantes de Terán Sánchez (Universidad de Sevilla) Páginas 9 y 10 Revista d'Historia Medieval 11, pp.
13-39
[3] González Jiménez, Manuel, opus cit.
Pags.425 y 426
[4] Hacia 1324-1320
se inició un proceso de concentración de la propiedad de la tierra, que afectó
sólo a un sector de la heredad, en el que participaron Juan Martínez, alcalde de la
aduana de Sevilla;
[5] González Jiménez, Manuel, opus cit. Pags.427 y 429
¿Quién era este Juan Martínez? El texto sólo dice de él
que era «vecino de Sevilla en el barrio
de Francos, a la collación de Santa María». Es probable que se trate del
mismo que en años anteriores adquirió Espechilla e inició la repoblación de la
aldea, dado que éste era también vecino de la misma calle y collación, según
consta en los documentos referentes a la compra de la citada aldea “.