En los años 70, los Alvarado se aficionaron al camping. Y
mientras en el lustro que va de 1970 a 1975, sonaban las canciones de Los Diablos,
Peret, Fórmula V, Camilo Sesto o Manolo Escobar - por poner algún ejemplo-, nos
deleitaban esos maravillosos veranos con canciones inolvidables como: Un rayo
de sol, Borriquito, Vacaciones de Verano, Eva María, ¡y viva España!, la fiesta
del Blas, etc. Son recuerdos musicales
que nos pueden traer esos tiempos, a unos, como niños en su primera infancia y
a otros, en la juventud y en la flor de la vida familiar.
Luego irían llegando otros como Richar Cocciante, Albert Hammond, Sandro Giacobbe, The Manhattan Transfer, Miguel Bosé, Boney M, y un largo etc., transformando totalmente la música, introduciendo la discoteca como lugar de esparcimiento juvenil y del descubrimiento de otras realidades, dada la influencia exterior. Así, conocíamos en el camping a muchísimos extranjeros, algunos que eran vecinos de tienda: alemanes, holandeses, ingleses… y era el inicio de la experiencia de intercambio cultural: un reloj por aquí, una radio por allá, tomar el sol sin ropa…a cambio del gazpacho, los arreglillos baratos y la amistad española del cante y de la diversión en familia, cosa totalmente extraña para los muchos extranjeros que venían a Huelva.
Los pinares, la canoa para pasar a la otra banda, la playa
con los primos, las cenas de la pesca y marisqueo que hacíamos, etc. Recuerdo
el salto con el remo de mis primos mayores, el cierre de tiendas por la tarde a la hora de los
mosquitos, el fumigador. Hasta se perdió mi hermano en la playa el día de su
cumpleaños, y los primos fueron corriendo hasta encontrarlo. Cuántas alegrías y
cuántos sustos: niños que se perdían y no volvían a verse, la piscina de la
cabaña y la discoteca nocturna, las noches, el calor de la tienda a lo largo
del día…. Y tantísimas cosas de las que tengo un tenue recuerdo y que ojalá podáis aportar algún comentario.
Y también muchos niños venían al mundo y respiraban durante unos meses el aire de los pinos, recibían el salitre y el sol para alimentar sus pieles y crecer en un ambiente tan sano y tan alegre como el camping. Aquí tenéis a la prima Merchi (creo que embarazada del segundo y el mayor de la mano). Y al lado, algún primo o vecino de tienda más.